El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, respondió a las acusaciones de torturas del inmigrante hispano deportado por error, Kilmar Ábrego, remitiéndose a las pruebas de su bien estado de salud.
Como es característico de Bukele, escribió en su cuenta de X una serie de preguntas para que sea la gente que deduzca si el inmigrante sufrió o no sufrió torturas en la megacárcel, como lo aseguró ante los tribunales estadounidenses.
De acuerdo con Ábrego, desde que llegó a la cárcel de El Salvador, su país de origen, le raparon la cabeza, lo partearon y los golpearon. Además, asegura que la prisión está sobrepoblada, no tiene colchones y permanecen prendidas las luces las 24 horas, con acceso mínimo a los sanitarios.
Al respecto, señaló que las torturas incluyen la falta de alimentos nutritivos, falta de descanso y otros maltratos inhumanos que padeció durante su estadía en el centro penal de la nación centroamericana.
Una vez que la noticia se convirtió en tendencia y llegó al mandatario salvadoreño, no dudó en contestar, y desmentir al inmigrante.
“Si hubiera sido torturado, privado de sueño y hambreado, ¿por qué se ve tan bien en todas las fotos? ¿Por qué habría aumentado de peso? ¿Por qué no hay moretones, o siquiera ojeras bajo sus ojos?”, destacó Bukele.
El inmigrante busca evitar ser condenado por tráfico de personas, luego que el gobierno de Donald Trump lo acusara de traficar personas luego de fracasar con los señalamientos de pertenecer a la Mara Salvatrucha.