El presidente de , Jair Bolsonaro, insistió en que el COVID-19, la enfermedad causada por el coronavirus, es solo una “gripita” y que no hay necesidad de imponer las severas medidas que han ralentizado la propagación de la infección en Europa y Estados Unidos.
Brasil ha reportado 4.600 muertes y 67.000 contagios confirmados. Pero se cree que la cifra real es mucho más alta dada la falta de pruebas y que muchas personas sin síntomas severos no han buscado atención hospitalaria.
Funcionarios médicos de Río de Janeiro y de por lo menos otras cuatro ciudades importantes advirtieron que sus sistemas hospitalarios están al borde del colapso o demasiado saturados para recibir a más pacientes.
También hay cada vez más indicios de que un creciente número de víctimas fallecen en sus casas en el país más grande de Latinoamérica, con 211 millones de personas.
“Aquí tenemos todas las condiciones para que la pandemia se vuelva mucho más seria”, dijo Paulo Brandão, virólogo de la Universidad de Sao Paulo.
En todo el mundo, el coronavirus ha matado a más de 210.000 personas. El número de fallecidos en Estados Unidos superó los 56.000. Italia, Gran Bretaña, España y Francia superaron el umbral de las 20.000. (AP)