El presidente brasileño, el ultraderechista, Jair Bolsonaro, sancionó este viernes una ley sobre el uso de mascarillas en lugares públicos, pero la diluyó sustancialmente luego de que vetó los artículos que exigían su uso obligatorio en templos religiosos, comercios y escuelas.
El mandatario también vetó las cláusulas que obligaban a los poderes públicos a distribuir mascarillas a la población más vulnerable y a las empresas a suministrar dicho material a sus trabajadores de forma gratuita.
A pesar de que la pandemia de Covid-19 ha dejado más 1,5 millones de contagios en el país sudamericano y casi 62,000 muertes en el país, Bolsonaro aún niega la gravedad de la enfermedad y argumentó que el uso de barbijos en lugares privados incurría “en una posible violación de domicilio”.
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Durante su habitual transmisión a través de redes sociales, el mandatario criticó el proyecto porque según él, existía la posibilidad de ser multado por estar en casa sin mascarilla. “Hoy firme varios vetos a un proyecto de ley que hablaba sobre el uso obligatorio de mascarillas, incluso dentro de la casa. Nadie va a entrar en tu casa para multarte”, dijo Bolsonaro. A pesar de que en el texto no se mencionaba esa posibilidad.
En junio, un juez federal dictaminó que el mandatario, Jair Bolsonaro, tenía que usar una mascarilla preventiva cuando estuviera en público. Una jueza anulo dicho fallo el martes, tras considerarlo innecesario debido a que el uso de mascarillas ya es obligatorio en el Distrito Federal.
En varias ocasiones el mandatario ha circulado por las calles de Brasilia sin utilizar una mascarilla, ha participado en manifestaciones a su favor en las que hacen todo menos respetar las medidas de distanciamiento social y el uso de mascarillas.