El ex jefe antidrogas de Evo Morales fue detenido en Bolivia bajo serias acusaciones de formar parte de una red de narcotráfico.
La noticia ha provocado conmoción en el país sudamericano, reabriendo el debate sobre la efectividad y transparencia en la lucha contra el narcotráfico desde las propias instituciones estatales.
La Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN), organismo que en su momento dirigió el acusado, está en el centro de la polémica.
El detenido es Felipe Cáceres, quien ocupó el cargo durante el gobierno de Evo Morales y, según las autoridades, estaría involucrado en transacciones ilícitas y protección a estructuras criminales.
Investigación reacende cuestionamientos a la gestión antidroga en Bolivia
Esta detención puso en duda los logros reportados por las autoridades bolivianas en la lucha contra el narcotráfico durante la gestión del Movimiento al Socialismo.
Diversas organizaciones y observadores internacionales ya habían señalado previamente posibles vínculos entre altos funcionarios y redes ilícitas, lo que ahora cobra fuerza tras la captura de Dávila.
La noticia también generó comparaciones con otros países de la región, donde autoridades antidrogas han sido señaladas por corrupción o nexos con el narcotráfico.