El presidente Joe Biden y el presidente electo Donald Trump se reunieron el 13 de noviembre en la Casa Blanca para abordar temas clave de la transición presidencial, destacando la crisis en Medio Oriente. Durante casi dos horas de diálogo privado, ambos líderes coincidieron en que la situación en Gaza y Líbano, así como el caso de los 101 rehenes secuestrados por Hamas, debía ser una prioridad para los intereses geopolíticos de Estados Unidos.
En respuesta, Biden envió a su negociador Amos Hochstein a Beirut y Jerusalén para proponer un cese al fuego entre Israel y El Líbano. Paralelamente, Trump facilitó la mediación al delegar en Elon Musk una reunión reservada con el embajador de Irán en la ONU, dada la influencia de este país sobre Hezbollah, grupo terrorista que opera en Líbano.
El acuerdo, respaldado por ambas administraciones, propone los siguientes puntos:
- Retiro y despliegue militar: Israel retirará sus tropas del sur del Líbano en un plazo de 60 días, mientras que Hezbollah abandonará la zona y será sustituido por el ejército libanés para garantizar la seguridad.
- Garantías de respuesta: Estados Unidos asegura que Israel podrá tomar acción militar nuevamente si Hezbollah rompe la tregua.
- Comité de monitoreo: Un grupo internacional, liderado por Estados Unidos y Francia, supervisará el cumplimiento del cese al fuego.
John Kirby, asesor de comunicaciones de Seguridad Nacional de Biden, expresó optimismo sobre las negociaciones: "Creemos que la trayectoria de esto va en una dirección muy positiva". Por su parte, Trump destacó la importancia de esta tregua para asegurar estabilidad en sus primeros días en la Casa Blanca, en caso de ser ratificada.
La resolución del conflicto dependerá de la cooperación entre todas las partes involucradas, mientras el mundo espera un anuncio oficial en las próximas horas.