Fotografía cortesía. / Vía redes sociales.
EEUU.- La historia de Bárbara Ingraham, una bisabuela de 83 años de edad que estudia en Harvard para mantenerse activa en el aprendizaje, traspasó las fronteras.
Su caso es un ejemplo de que no hay edad para aprender y cumplir los sueños. De acuerdo con la bisabuela su decisión de continuar estudiando es para sentirse desafiada.
“Todavía quiero poder salir y ser desafiada”, dijo la mujer al ser entrevistada por los medios de comunicación local.
Indicó que tiene la suficiente fuerza de voluntad para mantenerse vigente en el estudio.
“Me aburrí y decidí que necesitaba hacer algo mentalmente para mantenerme ocupado”, dijo la bisabuela.
Indicó que antes de tomar su decisión estaba llenando acertijos para entretenerse durante la pandemia.
Le contó su proyecto a su familia y sin dudarlo la apoyaron para que siguiera su sueño.
Detalló que en la prestigiosa universidad estudia economía e historia. “Tengo una rutina. Empiezo en la noche a las 10:00 y estudio hasta las 2:30 de la mañana… y si hubiera estudiado más, probablemente me hubiera ido mejor, pero esa era mi rutina”, reveló la bisabuela.
Asimismo, acotó que espera pronto visitar el campus universitario porque está recibiendo sus clases en línea. Personas que conocen su historia han hecho eco de su disciplina y esfuerzo.
Hace unas semanas, se viralizó la historia de un abuelito y su nieta que se graduaron de la universidad el mismo día.
Cuando su esposa murió, el abuelito decidió acompañar a su nieta y así retomar su carrera. Pasaron los años y el señor René cumplió su sueño de tener un título universitario.
