Foto: KCNA vía Reuters
Un alto funcionario del Ejército de Corea del Norte que estaba a cargo de la sede de logística del campo de entrenamiento 815 , fue ejecutado por calificar de “poco realista” la orden especial de Kim Jong-Un para combatir la grave crisis de hambruna que vive el hermetico país.
El líder supremo de Corea del Norte, Kim Jong-un, decretó una orden para la distribución pública del arroz almacenado en los depósitos militares, esto ante la mayor crisis económica que vive el país por el impacto del Covid-19 , los desastres naturales y las penalidades internacionales que ha sufrido la nación asiática. La economía de Corea del Norte registró en 2020 su mayor caída desde la mortífera hambruna en la década de 1990.
La crisis se debe al impacto de la pandemia de coronavirus, a los desastres naturales y a las sanciones internacionales que han marcado al ya difícil estado gobernado por Kim Jong-un.
El funcionario fue sometido a un consejo de guerra, donde se decidió su sentencia de muerte, y fue ejecutado el pasado 18 de julio.
Corea del Norte: alto funcionario militar fue fusilado por cuestionar orden de Kim Jong-un
Asimismo, las autoridades dieron a conocer el hecho el 22 de julio a los demás oficiales militares y notificandoles que se estará aplicando “sentencias severas”. Según Daily NK, la ejecución busca enviar la señal que “aquellos que desafíen abiertamente la política del partido no recibirán perdón, independientemente de quiénes sean”
De igual forma, el comunicado narraba los hechos que llevaron a la fatídica decisión y convirtieron al oficial en un “sectario” ante la opinión de las autoridades: el comandante se quejó “de manera indiscreta” de que “los graneros militares enfrentan problemas más serios que el problema (de escasez) de alimentos que enfrenta la gente”.
También se han reportado informes de purgas y de un “baño de sangre” con el pretexto de “sacar el veneno ideológico del sectarismo militar”. Según informes estos hechos estarían aumentando el descontento.
Durante años, Corea del Norte ha culpado a Estados Unidos de sus problemas económicos y ha justificado la enorme parte del gasto estatal que se destina a sus fuerzas armadas como necesaria para evitar una invasión estadounidense.
