Irán ha lanzado este martes decenas de misiles contra Israel en un preocupante incremento de la tensión en Oriente Medio. Este ataque se produce en respuesta a los recientes asesinatos del líder de Hamas, Ismail Haniyeh; el jefe de Hezbollah, Hassan Nasrallah; y un general iraní. La Guardia Revolucionaria iraní confirmó el lanzamiento de los misiles y advirtió que cualquier represalia por parte de Israel sería respondida con más fuerza.
En paralelo, la representación iraní en la ONU defendió el ataque como una acción “legítima” ante lo que denominan agresiones del "régimen sionista". Las alarmas se activaron en todo Israel, obligando a millones de personas a refugiarse en búnkers. Ante la gravedad de la situación, Estados Unidos ha intervenido. El presidente Joe Biden ha ordenado a las fuerzas armadas estadounidenses derribar los misiles iraníes en defensa de Israel. La Casa Blanca ha confirmado que tanto el presidente como la vicepresidenta Kamala Harris se encuentran reunidos con el equipo de seguridad nacional para monitorear la situación desde la sala de crisis.
Además de la escalada en tierra, los hutíes de Yemen también han intensificado sus operaciones, lanzando tres ataques contra buques en el mar Rojo y el océano Índico, incluyendo un petrolero británico. Estas acciones han provocado un fuerte impacto en los mercados financieros, con un alza en los precios del petróleo y de activos refugio como el dólar, el oro y los bonos. La situación sigue siendo volátil, mientras varios países de la región, como Jordania, El Líbano e Irak, han cerrado temporalmente su espacio aéreo ante los posibles riesgos derivados del conflicto.