La creciente crisis climática y la despiadada sequía que azota a África han empujado a los elefantes a emprender migraciones desesperadas en busca de alimento y agua. Sin embargo, un informe denominado "KAZA Elephant Survey" ha emitido una señal de alarma ante el creciente número de muertes atribuidas al estrés por el calor.
Las autoridades de Zimbabue han sido testigos de la impresionante migración de elefantes en dirección a Botsuana en las últimas semanas. "Los elefantes no respetan fronteras; están en movimiento en busca de agua y sustento", declaró Tinashe Farawo, portavoz de la Autoridad de Gestión de Parques y Fauna de Zimbabue.
Farawo expresó la situación crítica a la que se enfrentan: "Ya hemos tomado medidas paliativas, pero hay circunstancias que están más allá de nuestro control, como la persistente falta de lluvias. En la actualidad, dependemos de costosos pozos de agua artificial para mantener a estos majestuosos animales".
En cuanto al número de elefantes que han abandonado Zimbabue, Farawo admitió que no pueden precisar si son "cientos o miles", aunque enfatizó que han sido numerosos. Además, destacó que la migración no solo afecta a los elefantes, sino que también involucra a búfalos y "una variedad de otras especies" que están dejando el Parque Nacional Hwange en grandes cantidades.
Desde Zambia, por otro lado, se ha advertido sobre el preocupante aumento de las muertes de elefantes debido al intenso calor.
El ministro de Turismo, Rodney Sikumba, señaló que la cantidad de elefantes muertos indica un alto índice de mortalidad, lo que hace necesario llevar a cabo una investigación más profunda para evaluar si esto podría ser una advertencia sobre la salud y la estabilidad de la población de elefantes en el Área de Conservación Transfronteriza Kavango-Zambezi (KAZA TFCA, por sus siglas en inglés).