Un equipo de astrónomos de la Universidad de Ginebra (UNIGE), ha logrado una primicia mundial al simular por completo el proceso de efecto invernadero que podría transformar nuestro planeta en un lugar inhabitable.
Los resultados de esta investigación, detallados en la revista científica Astronomy & Astrophysics, revelan que un leve aumento de temperatura podría desencadenar un "efecto invernadero desbocado" irreversible, convirtiendo la Tierra en un lugar tan árido y hostil como Venus.
Utilizando modelos simulados en 3D de planetas, los científicos destacan que la diferencia entre un planeta capaz de sustentar vida y otro que no lo es, es mínima, apenas unos grados. En la simulación, crearon un planeta similar a la Tierra, con océanos y vida, donde un cambio de temperatura de pocas decenas de grados provoca una reacción en cadena que transforma rápidamente las condiciones del astro.
El profesor Guillaume Chaverot, líder del estudio y miembro del Departamento de Astronomía de la UNIGE, explica que "una evaporación de apenas 10 centímetros en la superficie del océano llevaría a un incremento de 1 bar en la presión atmosférica, y en apenas unos cientos de años se llegaría a una temperatura superficial de 500 grados".
Este proceso continuo conduciría a presiones atmosféricas de hasta 273 bares y temperaturas de 1.500 grados, evaporando por completo los océanos. Los cambios en la estructura atmosférica y la cobertura nubosa, según los científicos, resultan en un efecto invernadero desbocado prácticamente imposible de detener.
La investigación no solo plantea alarmas sobre el futuro de la Tierra, sino que también busca analizar las posibilidades de vida en exoplanetas, aquellos fuera de nuestro Sistema Solar. Observar las pautas de nubosidad en estos planetas podría revelar si son potencialmente habitables o si muestran signos de "efectos invernadero desbocados".