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El Gobierno de Joe Biden se pronunció este lunes sobre la situación en la Franja de Gaza, rechazando la calificación de "genocidio", pero instando a Israel a hacer más para proteger a los civiles en el enclave.
En una conferencia de prensa, Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, afirmó que Estados Unidos cree que Israel tiene la capacidad y la responsabilidad de garantizar la protección y el bienestar de los civiles inocentes en Gaza, aunque no considera que la situación alcance el nivel de un genocidio.
Sullivan también advirtió contra una operación militar a gran escala en Rafah, al sur de la Franja de Gaza, donde residen aproximadamente 1,4 millones de personas. Argumentó que tal acción pondría en riesgo a un gran número de civiles y sería un error.
Según cifras de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), alrededor de 360.000 personas han huido de Rafah desde que comenzaron las evacuaciones ordenadas por Israel. Las órdenes de desplazamiento inicialmente se limitaron a los barrios orientales de la ciudad, pero posteriormente se ampliaron a áreas del centro y del oeste.
Desde el inicio de la guerra en Gaza en octubre de 2023, más de 35.000 personas, en su mayoría mujeres, niñas y niños, han perdido la vida, y casi 79.000 han resultado heridas. Además, se estima que unas 10.000 personas están desaparecidas y podrían estar atrapadas bajo los escombros de los edificios bombardeados.
