Acusan a médico por realizar 500 cirugías experimentales sin consentimiento de los pacientes

Acusan a médico por realizar 500 cirugías experimentales sin consentimiento de los pacientes

El doctor, Julio Everardo Sotelo Morales, implantó dispositivos en el cerebro de pacientes con hidrocefalia hipertensiva, sin advertirles que participaban en un experimento.

Foto: La Jornada.
  • Kim Ramos | 24-04-2023.9:56 pm.

El Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía Manuel Velasco Suárez de México (INNN), ha determinado que un médico y exdirector del instituto realizó 500 cirugías experimentales en pacientes con hidrocefalia, colocándoles un dispositivo en el cerebro sin su consentimiento.

Luego de 17 años de denuncias ante diversas instancias de la Secretaría de Salud y derechos humanos, el Órgano Interno de Control (OIC) ha determinado la presunta responsabilidad del doctor, Julio Everardo Sotelo Morales, quien llevó a cabo cirugías experimentales en pacientes con hidrocefalia hipertensiva utilizando un dispositivo fabricado con un material llamado tygon bajo un procedimiento llamado “Sistema de Derivación Ventrículo Peritoneal de Flujo Continuo”.

El médico realizó las cirugías entre la década de 1980 y el año 2006, y según el informe de la OIC, Sotelo Morales, no informó a los pacientes que participaban en un experimento ni les advirtió de posibles riesgos y secuelas a los que se exponían. Únicamente les presentó una hoja de consentimiento para cirugía convencional.

Asimismo, el OIC señaló que los afectados suman a 500 ya que el mismo procedimiento se realizó en otros hospitales públicos, incluso pediátricos, siendo el denominador común, que las personas no recibieron información sobre el procedimiento experimental al que serían sometidos ni lo autorizaron con su nombre y firma, como indican los protocolos de investigación.

El caso, ignorado por las autoridades sanitarias y judiciales mexicanas, también se presentó y fue aceptado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) como crimen de lesa humanidad.

La denuncia fue precedida por el neurocirujano, Rodolfo Ondarza Rovira, adscrito al instituto, quien sostuvo ante la CIDH que “como consecuencia de la praxis un grupo de los pacientes sufrió daños cerebrales irreversibles, otros fallecieron, y a otros se les retiró el dispositivo, reemplazándolo con sistemas valvulares aprobados”.

Sin embargo, como resultado de las denuncias, el doctor Ondarza Rovira fue despedido del instituto, pero luego de un juicio laboral, obtuvo una resolución que ordenó la restitución a su puesto de neurocirujano en el módulo de neurocirugía estereotáctica y funcional.

Se registran al menos 96 denuncias de mala praxis en hospitales públicos y privados