Linda McMahon, exCEO de World Wrestling Entertainment (WWE) y designada por Donald Trump para liderar el Departamento de Educación, enfrenta acusaciones de haber permitido la explotación sexual de menores por parte de un empleado de la empresa desde la década de 1980. Las afirmaciones surgen de una demanda reciente presentada en el condado de Baltimore, Maryland, en nombre de cinco víctimas anónimas.
Según la demanda, Melvin Phillips Jr., quien trabajó como anunciador de WWE, presuntamente abusó sexualmente de menores mientras desempeñaba su rol dentro de la compañía. Phillips reclutaba a niños como "ring boys", encargados de montar y desmontar los rings, pero utilizaba este acceso para cometer los abusos, algunos de los cuales habrían sido presenciados por ejecutivos y luchadores en los vestuarios.
Los documentos judiciales afirman que Vince y Linda McMahon, entonces altos ejecutivos de WWE, estaban al tanto de las acusaciones contra Phillips. Pese a despedirlo en 1988, la compañía lo recontrató semanas después con la condición de evitar el contacto con menores, lo que no impidió que continuara con los abusos, según la demanda. Phillips falleció en 2012.
A través de su abogada, Laura Brevetti, Linda McMahon calificó las acusaciones como "falsas y escandalosas", comprometiéndose a defenderse vigorosamente en los tribunales. La defensa también negó cualquier conexión entre los supuestos abusos y Linda McMahon, quien dejó la WWE en 2009 para dedicarse a la política.
La demanda se ampara en la Ley de Víctimas Infantiles de Maryland, aprobada en 2023, que elimina el estatuto de limitaciones para demandas civiles relacionadas con abuso sexual infantil. Los demandantes buscan más de $30,000 en daños, argumentando que el trauma infantil les impidió hablar antes sobre los hechos.
Aunque Linda McMahon dejó WWE hace más de una década, su vínculo con la compañía y su papel como líder durante los hechos señalados han generado cuestionamientos sobre su capacidad para liderar el Departamento de Educación. Además, Vince McMahon, su esposo y actual presidente de WWE, enfrenta múltiples investigaciones por agresión sexual y tráfico humano, lo que añade presión al caso.
La demanda plantea interrogantes no solo sobre la gestión de WWE en el pasado, sino también sobre la idoneidad de Linda McMahon para ocupar cargos de alto nivel en el gobierno. La atención pública y legal continuará enfocada en cómo estas acusaciones impactarán su trayectoria política y la reputación de la empresa que cofundó.