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Angelo Farina y Miriam Visintin contrajeron matrimonio en 1990 después de experimentar un profundo enamoramiento . Su relación estaba llena de ilusiones, expectativas y proyectos para el porvenir. Sin embargo, el 24 de diciembre de 1991, la tragedia impactó sus vidas de manera devastadora.
Habían transcurrido poco más de un año desde que Angelo Farina y Miriam Visintin se habían casado cuando el automóvil Fiat Panda, conducido por Miriam, resbaló en una superficie congelada y colisionó violentamente contra un poste en Casoni di Mussolente, una localidad en la provincia de Vicenza, Italia.
El segundo año en el que Angelo Farina y Miriam Visintin celebraban la Navidad como matrimonio se oscureció debido al trágico accidente automovilístico que sufrió Miriam, resultando gravemente herida en la cabeza. Los médicos no creían que sobreviviría la noche, pero de manera sorprendente, Miriam desafió todas las probabilidades y continuó viviendo durante tres décadas más. No obstante, durante todo ese tiempo permaneció en un estado de coma.
Angelo Farina, quien había hecho votos de amor inquebrantable en el altar solo unos meses antes, nunca abandonó su lado. Incluso cuando Miriam fue trasladada a la residencia de ancianos La Madonnina, y posteriormente al instituto Casa Sturm, él permaneció a su lado sin excepción.
Al principio, la esperanza era lo que me mantenía animado. Tenía la creencia de que, tarde o temprano, ella despertaría. Los médicos nos dijeron el 24 de diciembre de 1991 que no sobreviviría la noche, pero de alguna manera logró superar esa situación. Después de tres meses, se le retiró el respirador ya que podía respirar por sí misma. Sin embargo, su estado se deterioró y quedó en lo que la medicina denomina como un estado de coma apálico. Después del accidente, se determinó que el 95 por ciento de su cerebro había sido afectado”, explicó el hombre.
A pesar de que Angelo Farina, quien tenía 26 años en el momento del trágico accidente de su esposa, tenía la opción de solicitar la nulidad del matrimonio, nunca lo consideró. Su compromiso, amor y lealtad hacia Miriam eran más poderosos. En lugar de eso, él la visitaba diariamente hasta el día de su fallecimiento, que ocurrió el pasado 10 de mayo.
Aunque fueran breves, Angelo dedicaba 15 minutos de su tiempo para estar con su esposa durante el almuerzo. Si tenía la oportunidad, incluso la visitaba por las noches y permanecía un tiempo mucho más prolongado. Durante esas visitas, aprovechaba para conversar con ella y compartir los acontecimientos más relevantes del día, como si estuvieran en la sala de su hogar.
Así transcurrieron más de tres décadas, hasta que Miriam comenzó a experimentar complicaciones de salud, incluyendo un derrame pleural, que es la acumulación de líquido en los pulmones, y posteriormente sufrió un ataque cardíaco que finalmente le llevó a la muerte hace seis días.
“Me alegra por ella, finalmente está en paz y en el paraíso. Creo que ha sufrido mucho a lo largo de los años. Solo llevábamos un año y medio de matrimonio cuando ocurrió la tragedia. Éramos jóvenes y teníamos tantos planes juntos. El destino ha sido despiadado con ella, extremadamente cruel. No merecía pasar por todo esto”, expresó Farina.
Miriam y Angelo entablaron su relación en la discoteca Kiwi de Mussolente. Estuvieron comprometidos durante un período de cuatro años y tomaron la decisión de casarse en 1990. Uno de los proyectos más importantes en su futuro era formar una familia y tener hijos. No obstante, el trágico accidente alteró todos sus planes de vida.
Después de pasar 12 años en soledad, Farina finalmente conoció a alguien que no solo lo comprendió a él, sino también su situación. “Ella supo estar a mi lado con ternura, sin oponerse nunca a nada que preocupara a Miriam. De hecho, en los últimos días, también estuvo junto a su cama para brindarle apoyo”, afirmó
Farina nunca consideró la opción de la muerte asistida, a pesar de que era una posibilidad. “No me hubiera gustado tomar esa decisión por ella, incluso si estuviera exhausta. Si hubiera existido un testamento en vida, las cosas podrían haber sido diferentes”, agregó. En cambio, él permaneció junto a Miriam, cumpliendo la promesa que se habían hecho años atrás en el altar: “Hasta que la muerte nos separe”.
