El presidente Hernández consideró la fuga de los 22 reos de la Penitenciaría de Támara miembros de la pandilla 18, como señal de que el gobierno “está haciendo un buen trabajo”.
Para Hernández, lo ocurrido “es una buena señal del trabajo que se está realizando en los centros penales. Esto servirá para poner orden en un sistema que ha tenido un desorden sin precedentes.”
“Antes no se escapaban porque estaban a sus anchas y ahora saben que no es así”, dijo el mandatario, aunque usted no lo crea.
Dijo que “cuando sean capturados, serán enviados a cualquiera de las cárceles de máxima seguridad, (Los Pozos).”