La Audiencia de Barcelona ha condenado a Leo Messi y a su padre a 21 meses de cárcel por fraude fiscal. Ambos fueron juzgados en junio por defraudar a Hacienda por 4,1 millones de euros en los ejercicios de 2007, 2008 y 2009, al no pagar los impuestos por los ingresos que percibieron por los derechos de imagen del jugador del Barcelona.
Lo que salva al argentino y a su padre de ir estar los 21 meses en prisión son las leyes españolas, ya que si un ciudadano es condenado por menos de 24 meses y no tiene antecedentes penales, el delito no se paga con cárcel.
El argentino, que devolvió la cantidad defraudada antes del juicio y pagó una multa, declaró que era su padre quien se encargaba de la gestión económica.
Messi y su padre estaban acusados de tres delitos contra Hacienda por haber defraudado en las declaraciones del IRPF la gestión de los derechos de imagen del futbolista.